viernes, junio 30, 2006

Rutina

El despertador suena a las 6, snooze (una vez al menos); me levanto en mi habitación doble, con cama doble y doble de espacio. Ya es de día, amanece a eso de las 4’30 o 5 de la mañana, y como el uso de las persianas no está muy difundido, me medio despierto antes todas las mañanas (bueno, casi todas). Voy directa a la ducha, mi ducha, que es eléctrica, como casi todas las que he visto por aquí, y el ruido del demonio que hace despierta muchas mañanas a Eilish. No, no hay enchufes en el baño, así que me seco el pelo en la habitación, despertando por tanto a Jorge (y seguramente a Sarah, pero es tan maja que nunca me lo ha mencionado). A vestirse con ropa del trabajo, que aunque todavía no nos han dado os uniformes hay que seguir el código de vestimenta… (Nota mental: no importa lo que elija ponerme, seguro que me equivoco… si voy abrigada hará calor, si me confío, frío).
Bajo a la cocina, la mejor habitación de la casa, con el magnífico jardín trasero… me acuerdo de Tristán y pienso lo feliz que será cuando llegue. Unos cereales para el cuerpo y preparo el sándwich para la comida, unas piezas de fruta a la bolsa; cepillarse los dientes y a la calle.
Compruebo que me he equivocado al elegir la ropa.
Aunque hay otros medios de transporte, el mayoritario y no excelente aquí es el autobús, así que lo espero. Hay varias líneas que bajan a la ciudad, pero a estas horas es fácil que los autobuses vayan llenos y no paren, así que mejor salir con tiempo por si acaso hay que subir a la parada anterior.
Empieza a entrarme la modorra cuando llegamos al centro. Ahora toca esquivar a los repartidores de periódicos gratuitos. Cada día es más fácil, pero me pregunto si es porque he aprendido rápido la técnica del esquive o porque ya me conocen y saben que nunca lo cojo. No es que no quiera hacerles el favor, pero es que luego no sé qué hacer con el periódico, y además nunca leo (bueno, los titulares si alguien lo lleva cerca). Y teniendo en cuenta que en muchas partes de Irlanda, y mi casa no es una excepción, hay que pagar para que te recojan la basura, pues te planteas lo de llevar cosas extras. Así que siempre pienso que sería mejor que contrataran a gente para recoger los periódicos ya leídos, que luego encuentras por todas partes tirados, en lugar de dar la barrila todas las mañanas, que tienes que sortear a un repartidor cada 5 metros!!
En fin, que espero a mi segundo autobús; con suerte es el 10 y me puedo echar una cabezadita (la UCD es su última parada).
Y llego a la oficina, preparada para dejar pasar otras 8 horas... Good morning, que no buenos días, y lo primero un café. La oficina está en lo que antiguamente eran las caballerizas de la Belfield house, convertidas en duchas y vestuario cuando pasó a ser el centro de deporte. Ahora han remodelado todo el conjunto (bueno, están en ello) y las oficinas la verdad es que son estupendas, muy luminosas; los baños nuevos, modernos; y en cada módulo hay una cocina con lo básico: una pequeña nevera, un lavavajillas, microondas, cafetera y un depósito para que haya agua caliente en todo momento; y la vajilla bastante bien surtida (sólo se echan en falta unas cucharillas para el café). Así que lo primero es lo primero: un café. Y luego otro y otro y otro… me estoy volviendo cafeinómana. Por lo menos es café soluble, que a todo se hace el cuerpo humano. El café aquí puede ser bueno, regular o repugnante. Si pides un café normal en cualquier bar te traerán esa especie de agua de fregar que pretenden llamar café (si lo pides white le añaden un poco de leche); afortunadamente está muy extendido el capuchino y el latte (que es como un café con leche en vaso, pero en vaso grande), puedes incluso pedir expresso, que no es como un solo, es como un expresso italiano, tamaño dedal. Está muy extendida la costumbre del café o el té de take away, en vaso de papel y con tapa de plástico; costumbre que por otro lado no estaría mal que adoptáramos. Así que en los cafés de la universidad, al igual que en muchos supermercados y estaciones de servicio, puedes encontrar máquinas de café y té de take away; algunas mejores y otras peores (las de la universidad no están nada mal, el café es café de verdad).
A eso de las 10 y de la 1 hago mis dos descansos, el del desayuno y el de la comida, por llamarlos de alguna manera. Muchas veces me tomo lo que sea en la oficina, mientras sigo distraídamente rastreando la red… y luego me doy un paseo, me fumo un cigarrito… Hasta que por fin dan las 4 y media y me puedo ir a casa.
Aquí se acaba la rutina única: puedo ir a casa directamente a estudiar, ir de compras, al cine, a lo que surja; a veces vuelvo andando a la ciudad, o de la ciudad a casa, o pierdo muchísimo tiempo tratando de encontrar nuevas rutas que me lleven más pronto a casa (especialmente si tengo prisa en llegar).
Cenar, pronto, demasiado pronto para el gusto español, alrededor de las 7. Pero el agujero que me llena cuando llego me impide pensar, me impide pensar en otra cosa que no sea comida!
Así que si, deseando estoy que llegue el fin de semana, que llegue el viernes, el santo viernes… Y POR FIN ES VIERNES. Así que chicos y chicas, disfrutad lo que podáis y contádmelo luego.
Un besote

martes, junio 20, 2006

No sé qué me pasa últimamente pero veo parecidos en todas partes. ¿Sabéis eso que dicen que tienes un doble en alguna parte del mundo? Pues yo os he encontrado cientos aquí. Será que tengo tantas ganas de veros que me parece reconoceros en el pelo de un desconocido, en los andares de otro, en la voz de esa chica, en el gesto de un abuelo...
La primavera llegó, y como el envite a la chica, pasó... el viento trajo al otoño y se llevó mi ilusión, y la lluvia de nuevo moja mis penas...
Blanca, de nuevo me olvidé de tu cumpleaños... no sé cómo pedir perdón.
Mayte, qué decirte: que sea lo más grande y lo más bonito, por lo menos la mitad de lo que mereces. Estaré allí, aunque no me veas...

martes, junio 06, 2006

crónica acrónica


Más vale tarde que nunca... y como se merece un espacio en este blog, Charlie... dedicado a tí.
Cuando vino Charlie, allá por abril (y ha llovido desde entonces, y mucho), aprovechando que el fin de semana yo no tenía que trabajar, alquilamos un coche y nos fuimos de paseo por la isla. Por las fotos que habréis visto, lo que merece la pena de aquí son los paisajes; lo que pasa es que dice Charlie que no se deben ver las fotos del sitio al que fuimos porque lo que mola es verlo sin saber qué es. Y como espero que muchos de vosotros y vosotras vengáis a verme tarde o temprano, sólo pondré algunas en las que no se ven detalles (aunque es una pena porque tengo unas chulíiisimas).
El caso es que nuestro plan en principio era ir al Norte de Irlanda y pasar allí el fin de semana, pero como era fiesta el lunes, no conseguimos habitación en ningún sitio. Así que decidimos alquilar un coche y tirar para el norte, a ver la calzada de los gigantes ... y hasta aquí puedo leer, que si no Charlie me mata. Bueno, cuenta una antigua leyenda celta que el gigante irlandés Finn McCool decidió construir una calzada que le llevara hasta la isla de Staffa en Escocia para desafiar a otro gigante, Benandonner... y siendo como era un gigante, se puso a hacer una calzada de prismas hexagonales de unos 120 km para no mojarse; es que era gigante pero delicado. Tan delicado que cuando se acercó a su oponente y se dio cuenta de que era más fuerte y fiero, puso pies en polvorosa de vuelta a casa y su mujer Oonagh tuvo que esconderle en una cuna. El escocés, un gigante también delicado, cuando se acercó y vio tremenda criatura, no quiso ni imaginarse al padre y salió despavorido, rompiendo en el camino la calzada, y por eso solo queda un tramo en cada lado.
Y la verdad que el paisaje es impresionante... pero tendréis que venir para verlo con vuestros propios ojos....
Conducir en Irlanda y por la izquierda al final resultó de los más fácil. Ya tenía experiencias anteriores, pero no conduciendo tanto tiempo yo sola; pero como no había mucho tráfico y además el coche que nos dieron de alquiler era mejor que el que habíamos pedido... fue realmente fácil.
A la vuelta optamos por ir por la costa... y ya no os digo nada más, porque una imagen...
Pero pensamos en parar en Belfast para cenar, craso error... a las 6 todas las cocinas cerradas.. nos quedamos sin cenar. Y el caso es que es la segunda vez que voy a Belfast y no sé si es que no le cojo el puntillo, pero siempre me da una sensación rara: es una ciudad muerta.
En fin, ahora me tengo que ir, pero pronto continuará.... (es una amenaza)

Better later than never… and because he deserves space in this blog, Charlie… for you.
When Charlie came over here, in April (and it has rain since then, a lot), taking advantage of the fact that I had the weekend off, we rented a car and took a ride across the island. As you have seen in the pictures, what its worth here is the landscapes, but Charlie says that you cannot see pictures of the place we went to because the great thing is to see it wothout knowing at all what it is. And as I expect a lot of you to come over and visit me sooner or later, I will just upload few of them and with no details (although it´s a shame because I have really pretty ones)
So, our plan in the beginning was going to Northern Ireland and stay there for the weekend, but it was bank holiday here the following Monday, and all rooms were already booked. So, we just rented the car and drive north to see the Giants Causeway… and now I have to stop because otherwise Charlie will kill me. Well, and ancient celt legend tells the story of this irish giant, Finn McCool who decided to build a causeway to get to the Staffa island in Scotland to challenge another giant, Benandonner… and being as he was a giant, he did a causeway made of hexagonal prisms with a length of 120 km aprox so that he wouldn´t get wet; he was a giant, but delicate one. Soooo delicate than when he approached his opponent and realised that he was strongest and more ferocious, he run back home and his wife, Oonagh had to hide him in a cot. The scotish, also a delicate giant, when he got around and saw such a creature, he didn´t even want to imagine the size of the father and also run back home, breaking the causeway in his way back, so that there´s just a strech left in both sides.
And truly the scenary is amazing… but you will have to come and see it with your own eyes… (you can also blame Charlie)
Driving in Ireland and on the left finally was really easy. I had previous experiences but never for so long and on my own; traffic was light and smooth and the car we got was better than the one we ask for… so it was very very easy. On our way back we decided to take the coast road… and I don´t have to say anything else, because one image is better…
But we thought it would be a good idea to stop in Belfast for dinner, big mistake… at 6 all the kitchens were closed… we didn´t had dinner. And the thing is that this is the second time I go to Belfast and maybe is because I don´t get the point, but I always have a weird feeling: is a dead city
.
To be continued.... (and it´s a threatening)